BUSQUE EL TEMA QUE DESEE

jueves, 7 de abril de 2016

Lo que pienso de Alfredo Barnechea
Alfredo Barnechea es casi tan emocionante como escuchar un cd de Laura Pausini. Es como esos bizcochos llenos de bromato que venden en los kioscos y se te pegan en el paladar. Barnechea es como un chaleco de lana en verano; como un búho que se hace el sabio solo por ser búho.
Cuando habla, pareciera que lo hiciera siempre desde una silla alta, cual dueño de fábrica; obligando al resto a mirarlo desde abajo, sin importarle nuestra torticolis. 
Para seguirlo y no perderse en sus declamaciones ostentosas, hay que recurrir de vez en cuando al libro gordo de Petete. 
Habla para suizos en un país lleno de peruanos. Le cuesta mirar a los ojos. Tiene esta necesidad imperante de hablar de las personas que conoce como si ese fuera su gran triunfo. “Soy amigo de Borges, de Octavio Paz, de Vargas Llosa, de Haya de la Torre”. 
Ya ¿y? ¿Qué hacemos con eso?¿Le ponemos tu nombre a una estación del Metropolitano? “Estación Alfredo Barnechea: El amigo de los ilustrados”. ¿Esas son tus credenciales para ser Presidente? ¿no será muy poco Barnechea? Porque serás muy culto, muy leído, pero el Perú es más grande que las librerías de Miguel Dasso ¿no te parece?
Y hablando de tus amigos eruditos… 
¿No es curioso también, que Vargas Llosa, tu íntimo amigo con el que ibas al estadio, haya decidido apoyar a PPK y no a ti? De repente es por tu fascinación por Julio Iglesias, o quizás es porque te conoce demasiado y ese “demasiado” le resulta escaso.
No te clavas el sombrero de la señora entusiasta, no te zambulles en el poncho de quien te recibe y sin embargo te atornillas a tus mocasines sin medias.
 ¿A dónde se fueron tus asesores? ¿A comer sushi? No hay nada más burgués y pituco, que un tío con mocasines sin medias… bueno sí: un tío con mocasines sin medias que tiene un gato… ¿alguien sabe si Barnechea tiene un gato? 

En fin, busca tus Lancaster tío, deja de cruzar las piernas en tu sofá de terciopelo y despéinate un poco, sobretodo cuando tengas el descoco de decir que eres un típico producto de clase media, un provinciano cual Chacalón que vive en una humilde casa de clase media en pleno corazón de San Isidro con piscina y jardín. Pretender que alguien te crea tremenda farsa es tan absurdo como que alguien le crea a Toledo que no le gustan las Margaritas del Chillis; o a PPK que no nació hace un huevo de años, o a Alan García que no usa sostén. 

Decir que eres de la clase media es tan absurdo como que la Mendoza rechace que compartía el trapper keeper con Nadine o como que Keiko jure que va a respetar la libertad de expresión si llegara a coronarse como Presidenta. ¿Sabes qué? Prefiero un rico que se acepte rico, a uno que lo niegue, porque eso habla muy mal de los ricos (o por lo menos, de un tipo de ricos).

Eso sí, hay que reconocerle algo al tío Barnechea, que ningún otro candidato tiene: Barnechea tiene cara de billete. Yo me sentiría muy cómoda sacando de mi billetera un billete con su cara… lástima que le falten los méritos. Y es que es cierto mi querido Barney… que tú quieras ser Presidente por haber escrito unas cuantas columnas para la revista Oiga es como que alguien que puso una curita en un raspón, pretenda hacer una neurocirugía. Tienes una visión literaria del Perú, y nosotros más que poetas, necesitamos ingenieros, economistas, educadores. No dudo que seas un tipo inteligente, culto, pero me da la impresión que tú lugar está más cerca de un sofá, una chimenea, unos libros y un Merlot. Quizás me equivoco, y perdóname si es así… y en vez de un Merlot, sea un Sauvignon.


 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

BLOGUEANDO