“Refundadores, satélites y garantes”
Miguel Lagos
Desde el inicio de su gestión las ambigüedades retóricas del mandatario han sido recurrentes, y no solo política y económicamente. Convoca en Nochebuena a ‘unirnos más como país’ pero en un guiño embiste con la postura confrontacional. ¿Por qué petardear el sano ambiente requerido antes de la sentencia de La Haya el 27 de enero? ¿Prosperará el ‘diálogo’ del -ya casi desaparecido- premier Villanueva si las percepciones de gran parte de la ciudadanía y la oposición tropiezan con la desconfianza generada por el gobernante y sus tácticos políticos? Sin duda, la confrontación seguirá siendo punto de flotación constante de la estrategia política gobiernista.
Dos aristas de este enfrentamiento permanente tienen que ver, primero, con la resistencia a reconocer que el país inició una trasformación importante y real en materia económica y social en los últimos años y que sus ‘enemigos’ políticos aportaron de una u otra manera -respetando el avance de crecimiento con integración- en la línea que se ha recorrido. Así, las mezquindades políticas, que la gente ya detecta al vuelo, brillan irrevocables.
Segundo es la que obra negativamente en el sentido de creerse los ‘refundadores’ de la República. Aquí, para estos iluminados la historia política es la que arranca con ellos; son los descubridores de la pólvora, para los que todo lo anterior ‘no vale, no sirve’. Ese mismo afán impulsó a la alcaldesa Villarán a apalear a su antecesor poniéndolo al pie del cadalso y ajusticiando, a mano del pueblo, a su cuerpo de regidores.
La confrontación de los ‘refundadores’ aumentará a medida que la desesperación de perder espacios de poder se acreciente; y ante ese temor expandirán los espacios y lo harán bajo la venia de los ‘aliados y satélites’ cariacontecidos por sobrevivir políticamente a como dé lugar. En contextos de amenazas veladas contra las libertades -como las de expresión y de empresa por ejemplo, solo para arrancar- es crucial que la población exija a los políticos electos en el Parlamento actuar conforme lo decretó el voto popular: como una oposición política unificada y efectiva en el control y fiscalización.
Los peores atentados pueden venir por la anuencia de los supuestos ‘defensores de la gobernabilidad democrática’. En ellos recaerá la responsabilidad del descalabro económico, político e institucional si los termocéfalos cercanos al poder prevalecen. Y ahí sí no habrá ‘garantes’ que valgan que nos saquen de un despelote de tal calibre.
Bala invisible | Diario Expreso
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