Tienen esa luz que las ilumina y deciden hacer lo mejor por sus críos.
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En la persona de doña Marcelina, mi homenaje a todas las mujeres que trabajan duro para que sus hijos se abran paso en el camino difícil de la vida y salgan airosos. Y aquí, no solamente hablo de mamis biológicas, sino también de madrinas, madres adoptivas, tías, abuelitas, hermanas mayores, etc. Para las Marías, Rosas, Pepitas, Juanitas, Anas y todas ustedes hermosas amigas a quienes escribo.
Nancy
GLADYS TEJEDA: MEDALLA DE ORO EN TORONTO
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